jueves, enero 05, 2006

El invierno perdura

No hace mucho escribí sobre Rusia, mostrándome bastante pesimista. Y dos noticias, una que hace poco saltó a la primera plana de los informativos, y otra que gozó de menor repercusión pero que considero quizás aún más significativa, me hacen ver que nada ha cambiado en estos pocos meses, salvo quizás a peor.

La primera de ellas es la referente a la disputa energética entre Rusia y Ucrania y Moldavia. Mientras Ucrania mostraba su solidaridad, aún en sus dificultades, con Moldavia, prometiendo compartir parte de su gas, Rusia insistía en casi quintuplicar, de 50 a 230 dólares, el precio del gas que vende a esas repúblicas, con la manifiesta intención de dañar su economía, pues las excusas en lo referente al precio del mercado no se sostienen por cuanto a Bielorrusia se le mantiene el mismo precio de 46 dólares, un quinto del que se le quería cobrar a Ucrania y Moldavia. Y en lo referente a Moldavia, Rusia continúa su apoyo a la ilegal e ilegítima república secesionista del Trasniester, o Cisniester, a la que suministra gas al mismo precio subvencionado que Bielorrusia, mientras al gobierno legítimo de Kischinev quería cobrarle 230 dólares por el mismo gas.

La segunda es el reciente abandono de uno de los ministros de Putin de su gabinete. Acusaba al primer ministro de haber convertido lo que antes era un país semilibre, que no podía considerarse una democracia plena, en un país con carencia absoluta de libertad. Y entendía que Putin no había hecho sinó destruír los escasos espacios de libertd del país, con hechos como el decretar que los gobernadores de las Repúblicas Autónomas deberían ser elegidos directamente por Moscú, en vez de por las propias regiones, como había sido hasta ahora, o la persecución de Jodorkovski, el magnate de la desmantelada Yukos, que no pertencía a la camarilla oligárquica arropajada entorno al Kremlin. Porque esa es la Rusia que quiere Putin, y que parece que ya casi ha terminado de crear: un estado corporativista, al servicio de las grandes fortunas, en el que la mayoría quede al margen de las grandes riquezas de esa vasta nación de pueblos.

Un Estado criminal, que semeja continuar el empeño de Stalin de exterminar a los chechenos, de los que ha difundido la imagen de que son, sin excepción, unos terroristas sedientos de sangre que no buscan sinó destruír la Madre Rusia. Es decir, generar más odio, para cubrirse las espaldas ante el pueblo y evitar las críticas por sus atrocidades. En Chechenia la corrupción es tal que desde que el ejército ruso tomó el control efectivo del territorio se han creado más del doble de provincias de las que había, algunas de las cuáles, contando sólo con 17 habitantes censados, tienen no obstante policía, magistrados y demás, con las correspondientes partidas presupuestarias, que a saber dónde acabarán.

La responsabilidad criminal del Kremlin va más allá: no sólo Moldavia sufre que desde Moscú se apoye una república separatista en su propio territorio, Georgia lo sufre, y por partida doble, en sus provincias de Osetia del Sur y Abjazia. Y mientras, la comunidad internacional mira para otro lado, no habiendo nadie que se atreva a sancionar decididamente un Estado que es un claro ejemplo de Estado fracasado por la propia ineptitud y mala voluntad de sus políticos. El daño que hacen a su nación tardará en curarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hi

This is robotgeek, i think i've fixed the AMD64 version. Made a few more changes, get it from http://easybreezy.robotgeek.org

Thanks for the bug report. Would you be able to help in building java package for AMD64? I don't have access to AMD machine

robotgeek